Discurso del Rector(s) Fernando Pérez Barrera.
HOMENAJE A LA
MEMORIA INSTITUTANA
Ayer domingo, revisando mis mensajes por Facebook, a
propósito de la invitación que extendíamos a participar en esta emotiva
ceremonia de la Memoria Institutana, un querido amigo, ex – alumno de mi
generación 1981, quien, al salir de cuarto medio ingresó a la Escuela Militar,
me decía:
Fernando, sinceramente,
¿Crees que este es el camino para una mejora sustancial de la educación? Cuál
es la idea?
En un primera reacción, pensé que debía contestarle con
vehemencia y emplazarlo a reconocer el genocidio que vivió nuestro país y
decirle que con ironías como la que esbozaba en su comentario no se avanzaba en
reconciliarnos; pero, luego, tras meditar profundamente, decidí utilizar esta
provocación para manifestar mis reflexiones en esta hora de recuerdo de
nuestros ex – alumnos víctimas de la Dictadura.
Si aceptamos que la educación es, eminentemente, un proceso
de SOCIALIZACION de las personas y que, al educarse, toda persona asimila y
aprende a desenvolverse en la sociedad.
Si aceptamos, además, que el proceso educativo también supone
la adquisición y asimilación de una concienciación cultural y conductual, donde
las nuevas generaciones adquieren, analizan y toman posición sobre los modos de
ser de generaciones anteriores, debiera decir a mi amigo que sí.
¡¡¡ Sí creo que esta jornada de conmemoración es un camino
para mejorar de manera sustantiva la
educación !!!.
Es por la Educación, que incluye actos conmemorativos como éste,
que también nuestros jóvenes adquieren una serie de habilidades y valores, que
producen cambios intelectuales, emocionales y sociales para su desenvolvimiento
en la sociedad que les toca vivir.
Es por la Educación que un ser humano no sólo desarrolla aspectos
cognitivos de su formación, sino, también, tanto o más relevantes que el
anterior, facetas ligadas a lo actitudinal, emocional y valórico.
Es por la Educación - en su más amplia acepción y alcance -
que un ser humano aprende a distinguir entre lo ético y moral de lo oprobioso y
deleznable.
Es por la Educación que un ser humano aprende a distinguir
entre el respeto por la diversidad, el invaluable respeto por la vida humana y
el más profundo respeto por los Derechos Humanos en oposición a la
intolerancia, el desprecio por la vida y el atropello flagrante a los Derechos
de todas las personas, independiente de su origen social, pensamiento político,
religión o color de piel.
Es por la Educación, que, a través de este acto de reparatorio
y de homenaje a nuestros queridos ex – alumnos de nuestra Familia Institutana,
aniquilados inhumanamente por la Dictadura Militar, que nuestros alumnos no
olvidarán jamás que la memoria de un pueblo jalonado por el dolor y la
ignominia de 17 años de Dictadura, debe permanecer y proyectarnos hacia un
Chile en el que nunca más vivamos la tristeza de perder seres amados por la
fuerza de los fusiles.
Es, finalmente, por la Educación que he aprendido a respetar
y querer a quien, con un dejo de ironía y molestia, radicalmente distanciado de
mi visión de la vida y los acontecimientos, me pregunta si este “ es el camino para una mejora sustancial de la
educación”.
Querido amigo, avanzamos en mejorar la Educación a través de
este camino, algún día lo entenderás.
Quisiera finalizar esta sentida intervención, recordando un poema
de Mario Benedetti que, humildemente, ofrezco a los familiares de nuestros ex –
alumnos:
Lo Que Necesito de Ti
No sabes cómo necesito tu voz;
Necesito tus miradas
Aquellas palabras que siempre me llenaban,
Necesito tu paz interior;
Necesito la luz de tus labios
! Ya no puedo... seguir así!
...Ya... No puedo…
No puedo pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
Aquella paciencia de todos tus actos
Con aquella justicia que me inspirabas.
Mi fuente de vida se ha secado
Aquello que necesito ya lo he encontrado
Pero aún !Te sigo extrañando!
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